Pierre Calame, Caracas, January 2004
La Declaración de Caracas y sus dos hijos
¿Quién hubiera pensado que la reunión de una veintena de altos funcionarios, celebrada en 1991 como una de las actividades del Encuentro Internacional por la Rehabilitación de los Barrios del Tercer Mundo (1), pudiera dar tan buenos, extraordinarios y permanentes frutos ?
Doce años después podemos decir que esta reunión tiene dos continuaciones inimaginables :
-
La construcción de una alianza mundial de habitantes ;
-
La emergencia de una nueva teoría sobre la gobernabilidad.
El orígen de la Declaración de Caracas
Rememoremos que todo esto tiene un principio : uno de los participantes en la reunión mencionada, el camerunés, Jean-Pierre Elong Mbassi, al sentir después de algunos dís que esa no era una reunión como otras, me buscó en mi cuarto del hotel de Caracas para decirme : « Es muy importante lo que está sucediendo, es necesario dejar el rastro y escribir un texto ». Ese fue el orígen de la Declaración de Caracas (2).
La emergencia de una nueva teoría sobre la gobernabilidad
Pero, ¿en qué se diferencia ésta de las múltiples y sencillas relatorías de reuniones, que son una memoria preciosa para aquellos que han vivido el acontecimiento, pero poco útiles para otros ? En la Declaración de Caracas se recogen elementos esenciales o principios rectores relevados en el intercambio. Al cabo de tres días de reunión nos dimos cuenta, para nuestra gran sorpresa, de que las condiciones de pertinencia de las políticas públicas de rehabilitación de barrios de hábitat popular eran por todas partes las mismas y suponían la aplicación de principios idénticos en los cuatro rincones del globo. Por el contrario, las soluciones concretas a adoptar para realizar esos principios eran radicalmente diferentes según se tratara de Indonesia, de Camerún, de Brazil, de Venezuela o de Francia.
Los principios rectores comunes contruidos colectivamente y fundados en el intercambio de experiencias, se volvían verdaderas obligaciones de resultado para la acción pública. Principios comunes construidos colectivamente y fundados en el intercambio de experiencias, se volvían verdaderas obligaciones de resultado para la acción pública. Principios comunes llevaban a los responsables de las políticas públicas a :
-
Encontrar la aplicación específica de éstos en cada contexto ;
-
Crear modalidades colectivas de verificación de la puesta en práctica de esos principios rectores ;
-
Establecer mecanismos de aprendizaje para el intercambio de experiencias en red.
He acquí el germen de una nueva manera de concebir la gobernabilidad.
Circunstancias particulares que revelan una crisis grave de la gobernabilidad
Sin embargo, la historia hubiera podido detenerse allí si tres circunstancias particulares no nos hubieran proyectado en el avenir.
Primera circunstacia :
El delegado barsileño aceptó la responsabilidad de darle continuidad, es decir, tomar el testigo de la carrera de relevo. Así, la Declaración de Caracas se convirtió en el punto de partida de un proceso continuo de circulación de ideas. De esa manera se fue enriqueciendo a cada paso, por un efecto de bola de nieve. Entre estos momentos claves recordemos :
-
La reunión de Salvador de Bahía, en 1993 ;
-
El Foro de habitantes, en Estambul-Turquía, en 1996 ;
-
La reunión de Dakar, en 1998 ;
-
La Asamblea Mundial de Habitantes, en la ciudad de México, en octubre de 2000.
Segunda circunstancia :
La iniciativa surgida de los poderes públicos pasa también a manos de los habitantes. De esta manera ellos intervienen directamente en el proceso, visto el provecho que podían extraer de la Decalaración de Caracas. En efecto, en ésta, bajo su sencillez aparente y su claridad, los principios conllevan, en germen, una revolución radical de la gestión pública y de la gobernabilidad, que está todavía por hacerse y supone la creación de nuevas relaciones de fuerza en provecho de los habitantes. Estas no pueden crearse mientras los habitantes de un barrio, aunque estén muy bien organizados, reivindiquen solos el derecho a la palabra. Para ser entendidos, para ser simplemente tomados en serio, los habitantes tienen necesidad de apoyarse en los principios reconocidos, en lo que se practica en otras partes, en redes internacionales. Así, diversos encuentros a lo largo de estos añoshan abierto el camino que nos lleva a la Alianza Internacional de Habitantesque está en alumbramiento.
Tercera circunstancia :
El contenido teórico de la Declaración de Caracas se ha revelado progresivamente. El hecho de descubrir en experiencias diversas principios rectores comunes, conduce a descifrar el alcance general.
Es así como, implicada en una actividad internacional, la FPH progresivamente toma conciencia de la gigantesca crisis de gobernabilidad que existe bajo diversas formas, en todas las regiones del mundo.
La necesidad de construir una alianza mundial de habitantes
Arribamos a la conclusión de que para administrar inteligentemente los desafíos de la sociedad, es necesario llegar a competencias compartidas en vez de compartir experiencias, lo que supone encontrar hoy, no reglas de repartición sino reglas de cooperación entre niveles. El acercamiento de las dos ideas : principios rectores surgidos de la confrontación de experiencias y cooperación entre niveles, ha dado nacimiento a lo que se llama el principio de la subsidiaridad activa.
Tal como la Declaración de Caracas, ese principio sencillo de enunciar supone, para poder ponerlo en práctica, una verdadera revolución intelectual y cultural. Evidentemente este proceso tomara años. Pero, de Francia a Egipto, de Egipto a China, de China a Brazil, esta idea está en proceso de hacer su camino, hasta volver a Venezuela donde nació...
(1) : Organizado por la Universidad Central de Venezuela, el gobierno de Venezuelacon apoyo de la FPH y otras instituciones privadas, tanto extranjeras como venezolanas.
(2) : Ver Bolívar, Teolinda y Baldó Jsefina (comp.), La cuestión de los barrios, Monte Avila, Editores Latinoamericana, Fundación Polar y Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1996, pp. 467-478.