José Pablo Batista, Costa Rica - Guatemala, décembre 2004
El tsunami vivido desde America latina
Se trata de ayudar las poblaciones asiaticas victimas del tsunami ; se trata de ayudar a otras poblaciones victimas de otros dramas ; de hacerlo de manera durable… se trata de continuar a poner en practica las cualidades humanas necesarias para que la humanidad siga existiendo
Océano Indico, diciembre 2004: la ola de la muerte
Todos los pueblos latinoamericanos se sintieron profundamente consternados por la terrible catastrofe que llevo el horror y la muerte al corazon de tantos habitantes del Océano Indico este 26 de diciembre 2004. Por todos los que murieron. Por los heridos. Por todas aquellas personas que quedaron sin noticias de un ser querido. Por todas aquellas que han perdido todo.
Sin duda, no va a saberse nunca el numero exacto de victimas: mas de 250000 muertos? Cuantos desaparecidos? Cuantos heridos? Cuantos desplazados? De Indonesia a Sri Lanka, de Tailandia a India, las playas se convirtieron en cementerios. Millones de sobrevivientes corren peligro por la falta de agua potable, de alimento, de medicinas. Luego de haber visto el rostro de la muerte, se encuentran en estado de choc.
Sabiendo que la tragedia podia multiplicarse si la ayuda no llegaba rapidamente, une nueva ola commienzo a formarse: la ola de la solidaridad a nivel mundial
Una conciencia de humanidad?
El mundo entero se hace solidario de esta Asia herida. Esta catastrofe natural, la mas mortal de la historia reciente, revela otras dimensiones de la mundializacion. Por su origen oceanico y su extension geografica. Por los millares de victimas extranjeras, la mayoria turistas, de los cinco continentes. Enfin, por la expresion de solidaridad sin precedentes que se esta manifestando: instituciones internacionales, gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales, médias, laboratorios médicos y farmacéuticos, personas individuales, etc. del mundo entero comparten un poco de lo que tienen con todas las victimas.
Los grandes paises latinoamericanos se mobilizaron: Brasil, Mexico, Argentina, Chile asi como los mas pequenos y pobres: la ayuda salio también de Nicaragua, del Salvador, varios guatemaltecos partieron a Asia a ayuda como voluntarios... segun sus medios, las sociedades latinoamericanas entraron también en este gran movimiento de solidaridad mundial.
Un movimiento que interviene en un contexto politico particular. Despuès de los atentados del 11 de septiembre 2001 y las discusiones que les siguieron acerca del choc de civilisaciones, que llevaria en él un afrontamiento interreligioso, especialmente Cristianismo/Islam, ahora son cristianos, musulmanes, hinduistas, budistas, humanistas, agnosticos, que se unen en un solo movimiento de solidaridad. Las fronteras geograficas, culturales, religiosas, se revelan como lugares de encuentro que favorecen la articulacion de la tragedia y de la compasion y de hacer que millones de iniciatives converjan.
Las tradicionales lineas de ruptura que dividen las sociedades latinoamericanas entre liberales y conservadores, derecha e izquierda, ricos y pauvres, catolicos y protestantes, indigenas y ladinos... han mostrado su fragilidad ante el desafio de la solidaridad mundial con aquellos que sufren.
Por qué razon los latinoamericanos se han hecho solidarios de los asiaticos? Por las imagenes tan impresionantes de la catastrofe? Por reacciones emotivas ante la tragedia? Por que todo el mundo se hacia solidario? Porque no hacerlo hubiera sido mal visto? Un fenomeno parece revelarse detras de innombrables razones: hace varias décadas que sociedades latinoamericanas que viven situaciones socioeconomicas dificiles, las mas pobres, buscan tejer solidaridades nuevas entre ellas y con sociedades de otros continentes, en una dinamica de “mundializacion de la solidaridad”. Se trata de un movimiento nuevo, non politico sino social, no basado sobre el poder sino sobre la solidaridad, no armado sino pacifico, no nacionalista ni mundialista sino alter-mundialista. Un movimiento que reivindica una nueva conciencia: la conciencia de formar una sola humanidad, enriquecida por su diversidad y unifda por su interdependencia, comenzara a constituirse. Elos saben que si la zona del océano indico esta en estado de catastrofe, es el planeta entero el que se encuentra en estado de urgencia humanitaria.
Una conciencia de humanidad!
Sin embargo la solidaridad no puede ser ciega. Cuantas veces las sociedades latinoamericanas no han conocido fenomenos de ingerencia, de manipulacion, de dominacion en nombre precisamente de la “solidaridad” de los poderosos? La solidaridad siempre conlleva riesgos.
Algunas preguntas fueron hechas muy temprano por varios actores sociales latinoamericanos:
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Si es absolutamente legitimo y necesario moblizarse para ayudar a las victimas, como hacer para que el desfile de la ayuda internacional no venga a restringir las capacidades locales de reconstruccion, particularmente fuertes en esta parte del mundo, sino a sostenerlas ? Demasiada solidaridad puede ahogar la solidaridad… Cuantas veces pequenas comunidades latinoamericanas que han sido victimas de una catastrofe –terremoto, erupcion volcanica, maremoto, etc. – han sido invadidas por la disproporcion de la generosidad extranjera que las ha puesto en una situacion de dominacion simbolica al principio y de dependencia enseguida? No. No se trata unicamente de instaurar un desfile de ayuda para las victimas, se trata sobre todo de instaurar una dinamica social de reconstruccion junto con las victimas –trabajo que lleva tiempo. Cuando los latinoamericanos son victimas de una catastrofe no les gusta que les digan: no se levante, yo voy a hacerlo por usted... ellos prefieren escuchar: levantese, hagamoslo juntos ¡ En este sentido, no se trata solamente de una cuestion cuantitativa de la ayuda : como donar mas ? sino tambien cualitativa : como coordinar de manera racional, solidaria y eficaz esta ayuda ?
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Otra pregunta se refiere al campo de la ética. Si el sufrimiento de tantas personas ha conmocionado el mundo, - es posible que esta solidaridad mundial sea unicamente el fruto del choc de las imagenes? - que una vez pasada la emocion cada uno va a regresar tranquilamente a su querido confort cotidiano y que la banalidad de la vida individualista vuelva a instalarse en el corazon de nuestras sociedades, de nuestras familias, de nuestras opciones personales? Un peligro nos acecha : que nuestra generoisidad en la urgencia actual sea utilizada para sentirnos con una « conciencia tranquila » y poder continuar enseguida nuestra vida tranquila, sin problemas y confortablemente individualista. No. La solidaridad no es unicamente un acto, es una actitud. Una opcion de vida. Si se trata de ayudar ahora porque hay necesidad, se trata de ayudar también después.
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Como hacer para que la concentracion de la ayuda en este drama no nos lleve a descuidar otros dramas que producen también tanto sufrimiento a miles de poblaciones, pero que parecen sin embargo menos interesantes ? Otro peligro consiste en querer prescindir del otro, ignorarlo, olvidarlo, cuando ésto parece que nos convenga : como buscar eficazmente la pacificacion de la sociedad colombiana? Como sostener Nicaragua en su trabajo de reconstruir la paz? Como ser solidarios de Haiti? Como salvar la selva del amazonas? Y al mismo tiempo, a nivel mundial, por qué no expresar la misma generosidad para ayudar a los millones de personas sin agua potable, enfermas de sida, hambrientas, victimas inocentes de tantas guerras escondidas… ?
Una opcion por la coresponsabilidad
Si cada uno siente ahora hasta qué punto todos formamos una sola y unica humanidad que comparte el destino de un pequeno y fragil planeta. El desafio actual consiste en saber pasar de la emocion a la coresponsabilidad.
América Latina sigue gritando al mundo que la hora halla llegado para dar un gran paso. Pasar de una cultura de la reaccion imediata y pasajera que responde a la emocion, a una cultura de la coresponsabilidad que responde a opciones personales: la opcion de participar de manera activa, durable y solidaria, en la construccion de un mundo que crea en el respeto de la vida, de la dignidad de cada persona, en la justicia, en la paz.
Si. El desafio consiste en continuar sabiéndonos responsables unos de otros, latinoamericanos, africanos, europeos, asiaticos, norteamericanos, cristianos, musulmanes, judios, budistas, agnosticos, ateos, liberales, conservadores, reformistas, utopistas, revolucionarios, ricos, pobres, poderosos, miserables, jovenes, viejos, mujeres, hombres... todos coresponsables de esta humanidad fragil de la cual todos hacemos parte.
Es una de las lecciones que deja el tsunami en América Latina. Se trata de ayudar las poblaciones asiaticas victimas del tsunami ; se trata de ayudar a otras poblaciones victimas de otros dramas ; de hacerlo de manera durable: se trata de continuar a poner en practica las cualidades humanas necesarias para que la humanidad siga existiendo