Angélica Ordonez, Ecuador, November 2005
Entrevista al Coronel de la Fuerza Terrestre Luis Muñoz. Arma de Artillería y Fuerzas Especiales. Servicio Pasivo.
El militar no usa el arma para matar sino para defender a la patria y a su persona
Fuerzas Armadas : lo mejor es el grupo de amigos y compañeros
Soy Luis Enrique Muñoz Escobar. Tengo el grado de Coronel en Servicio Pasivo. Yo fui del arma de Artillería pero serví mucho tiempo en la Brigada de Fuerzas Especiales. Salí del ejercito cumpliendo 30 años de servicio. Hoy desempeño funciones de Asesor del Frente Interno de la Secretaria de Consejo de Seguridad Nacional.
Ingresé a la edad de 14 años al ejército. Estuve estudiando en el Colegio Benalcázar y ahí me dieron apoyo moral para poder pasarme al Colegio Militar. En el Colegio Militar mis aprendizajes esenciales fueron, sobre todo, la cuestión de la disciplina, el manejo de armas. Lo que mejor aprendí es a tener un buen cuerpo de amigos y compañeros.
El respeto y la confianza en las Fuerzas Armadas generan ambientes de paz.
Creo que las Fuerzas Armadas es el organismo del Estado al que la mayor cantidad de población ecuatoriana siempre le ha tenido fe y respeto y credibilidad. A pesar que en los últimos años se ha metido en cuestiones políticas, la gente todavía le tiene confianza.
Esa confianza que tienen la población en las Fuerzas Armadas, le permite dentro del aspecto reglamentario, del aspecto legal, tener ambientes de paz y respeto al próximo y al ciudadano, y respeto a las instituciones. Ese respeto genera ambiente de paz.
Muchas acciones ayudan a mantener la paz. Se rechazan las acciones de guerra.
Las Fuerzas Armadas han participado en apoyo a la comunidad en regiones apartadas: a los colonos que están en las fronteras y a los indígenas que se encuentran dispersos en el territorio ecuatoriano. Esto genera un ambiente de paz.
Mantienen la paz también: al observar las normas del Derecho Internacional y al respetar estas normas con nuestros países vecinos, Colombia y Perú. Al haber generado medidas de conciencia mutua, sobre todo en esta última época.
Y últimamente, también con la participación con las Naciones Unidas en los cuerpos de paz. Está proyectándose ese espíritu y esa filosofía de paz, que dentro de sí existe.
Políticamente, nuestro estado rechaza las acciones de guerra.
Fuerzas Armadas, siendo respetuosa, y observa cotidianamente las normas constitucionales. Cumple con este mandato del pueblo ecuatoriano que está en la constitución, de rechazar la guerra y la violencia. Se espera con su presencia logre mantener la paz.
Aprender de las grandes equivocaciones
Luego de la firma de la Paz con el Perú creo que la institución armada, las Fuerzas Armadas, violentaron sus orgánicos pero sus funciones siguen permanentes pues estan en la constitución.
No ha habido cambio. Las Fuerzas Armadas siempre han sido cumplidoras de la voluntad popular y esta voluntad popular está expresada en la constitución.
Desgraciadamente las Fuerzas Armadas han sido manipuladas por ciertos políticos y esa situación ha desprestigiado y ha afectado la credibilidad de la institución.
Pero como los hombres aprendemos de las grandes equivocaciones, las futuras generaciones de miembros de las Fuerzas Armadas han asimilado estas grandes equivocaciones y no se las va a cometer de nuevo.
Los desafíos están acorde con lo que suceda en el campo de la seguridad mundial
Los desafíos actuales y futuros de las Fuerzas Armadas están en relación directa a como se oriente el Derecho Internacional, el sistema de seguridad mundial, el sistema de seguridad continental y regional. Y, sobre todo, en la forma como los países vecinos orienten sus políticas de seguridad.
Si es que los países vecinos solucionan los problemas que nos están afectando, entonces no tendremos conflicto. Pero si se incrementa la violencia en Colombia o en Perú, Fuerzas Armadas tiene grandes desafíos.
No sabemos cómo se oriente el escenario del narcotráfico, del terrorismo, de la delincuencia organizada. Son temas que deben ser tratados en el ámbito de la policía. A veces los delitos sobre pasan la acción policial y tiene que entrar a colaborar las Fuerzas Armadas, por la seguridad de los ciudadanos.
Los desafíos futuros seguirán en el campo de la seguridad y en el desarrollo social. Hay soldados que son capaces de enseñar a los analfabetos, pues quieren ayudar. Si hay soldados que están orientados a cuidar las plantas y los animales, debería tener tareas con la protección del medio ambiente.
El ciudadano ecuatoriano y mundial debe estar atento de lo que pasa con el medio ambiente. Pero sobre todo, tenemos que preocuparnos del ser humano ecuatoriano.
La ayuda al Indígena fue desinteresada, fue por el progreso del país.
En el momento actual, el indígena siente que ha sido manipulado pero no es así. Fuerzas Armadas fue a trabajar con los indígenas porque había conciencia de que el indígena era el sector más deprimido de la sociedad, el más injustamente tratado con inequidad en todos los sentidos, y había que darles la mano.
No hubo una segunda intención en la participación de las Fuerzas Armadas al servicio de los indígenas. Nunca se fue a ayudarles de manera camuflada para tratar de conseguir otra cosa. Fue una ayuda franca de ciudadano a ciudadano.
Todo lo hicimos pensando a proyección a futuro la nación ecuatoriana. Nosotros teníamos el concepto del poder nacional y dentro de éste hay la expresión social del poder nacional.
Encaminamos el fortalecimiento de este sector de la sociedad, el indígena, a través de educación, enseñanzas prácticas para que puedan defenderse en la vida, respetando sus tradiciones, pero viendo la oportunidad de enseñarle a vivir generando fuentes de trabajo.
Nunca hubo la intención de manipular al indígena. Siempre hubo respeto a su cultura, su forma de ser, su forma de pensar. Y lamento que haya pasado lo del 21 de enero de 1999, hechos que indudablemente afectaron la imagen de las Fuerzas Armadas.
El militar no usa las armas para matar sino para defender y defenderse. Hay que saber distinguir la verdad y lo que está fuera de la norma.
Las Fuerzas Armadas debe encontrar en el camino cruces que nos unan y no nos separen, crear encuentro. Fuerzas Armadas está formada por elementos que vienen del pueblo, sus miembros ven al frente a un ciudadano ecuatoriano, están viendo a un familiar suyo, un compañero, un amigo.
Entonces, no es un adversario o un enemigo: es cuestión cultural también. Tenemos que aprender a respetar las leyes y las normas escritas, hay leyes para los civiles y para los militares, el código penal militar es muy claro en ese sentido. En esas circunstancias de riesgo hay que saber distinguir correctamente qué es la verdad, qué está fuera de la norma, qué se debe defender y respetar.
El militar no usa el arma para matar sino para defender a la patria y a su persona. Eso es lo que dirige la acción del militar en estas situaciones de riesgo que se plantean.
Apoyo a la comunidad y las redes de militares
Yo tuve una vivencia muy bonita en Fuerzas Armadas porque desde que soy subteniente hasta que fui coronel la institución estuvo metida en ayuda a la comunidad. De teniente participé sembrando árboles en la provincia de Cotopaxi. En el nudo que existe entre Pichincha y Cotopaxi, ahí en la ladera del volcán.
Todo este sector fue reforestado por los conscriptos y militares. Luego fuimos a sembrar árboles en Loja y participamos en ayudando a los indígenas en Cotopaxi en Latacunga. Tuve mucha experiencia en ayuda a la comunidad.
Con la globalización estamos viviendo en el sistema de redes, todo es red, el mercado, de las mujeres, de la sociedad civil. Lógicamente, habrá que formar una red de militares. En este mundo, que está interrelacionado, a lo mejor también nos vamos a relacionar nosotros. En ese sentido, si logramos formar una Red de militares para la paz, pienso que el mundo estará en dirección de la paz.